Si queremos hacer una compra informada, que vaya más allá de la última promoción de nuestra compañía telefónica y un diseño que nos guste, comprar un teléfono móvil puede llegar a ser algo muy complicado.
La decisión más esencial es el sistema operativo.
Podríamos decir que hay tres opciones: Windows Phone, Apple y Android. Windows tiene cada vez menos cuota de mercado y en consecuencia las empresas no invierten tiempo en desarrollar apps para él. Por tanto, solo debes contemplar este sistema operativo si realmente nunca usas las apps y lo único que quieres es un instrumento para llamar. Entre Apple y Android hay opiniones para todos los gustos. Si no tienes más dispositivos Apple en tu poder, lo mejor es optar por Android para no tener problemas de compatibilidad, especialmente si optas por gamas medias o bajas.
La cámara:
Es una característica que todos entendemos y por ello se suele hacer bastante énfasis en ella, pero ¿es realmente tan importante? Prácticamente cualquier móvil tiene una cámara suficientemente buena para las necesidades a nivel usuario. A no ser que seas un apasionado de las fotos, no te dejes llevar por sus cantos de sirena.
La batería:
Es un aspecto que marcará tu experiencia con el móvil. Tan importante es la autonomía del móvil sin necesidad de recarga, como saber si el envejecimiento de la batería hará que pronto esa autonomía se limite a unas pocas horas. Lo mejor es preguntar a alguien que ya la haya usado bastante tiempo, puesto que puede merecer la pena un móvil con menos autonomía, pero cuya batería se mantenga en buenas condiciones durante más tiempo. También es interesante que permita la carga rápida.
La memoria RAM:
Está claro que encarece el producto, pero es esencial para que el rendimiento de tu móvil sea bueno cuando haya varias aplicaciones abiertas. Sin duda es algo que debes tener en cuenta.
La garantía:
Gracias a internet se pueden encontrar auténticas gangas, pero una ganga no es tal si no te asegura un buen rendimiento. Los móviles de fabricantes serios suelen tener dos años de garantía y cualquier cosa por debajo de eso, debe ser un punto muy negativo.
La densidad de pixeles:
Lo ideal es que sea de un mínimo de 250 ppi (pixels per inch). Con cifras inferiores, las imágenes podrían aparecer deformadas. Cifras superiores siempre vienen bien, pero todo depende del precio extra que vayas a pagar. Móviles con 500 ppi son espléndidos, pero ¿realmente vas a notar la diferencia?
4G:
La mayoría de los móviles lo tienen, pero si compras el teléfono en otro país, debes asegurarte de que el dispositivo que compras es compatible con las frecuencias utilizadas en España.
Características extra:
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Todo depende del uso que vayas a darle al móvil. Si solo lo usas para llamar y enviar mensajes por WhatsApp, no te merecerá la pena optar por un dispositivo de gama alta. Si lo utilizas profesionalmente, o eres un gran aficionado a algo en lo que la tecnología del móvil puede ayudarte, no dudes en tenerlo en cuenta.